Ley Mordaza.


El próximo miércoles 1 de julio de 2015 entrarán en vigor la Reforma
del Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana, popularmente
conocida como Ley Mordaza, leyes que sancionan, prohíben y
criminalizan prácticas tan normalizadas como parar un desahucio o
asistir a una persona sin papeles. Leyes que castigan la pobreza, la
solidaridad y la protesta.

Además atenta gravemente a la libertad de expresión al incluir como
delito terrorista el uso de las redes sociales para opinar contra la
Corona, máxima representación de un régimen al servicio de las élites
económicas, que se blinda para no morir.

Lo hacen en nombre de la seguridad ciudadana, pero son la respuesta de
quienes sienten cualquier iniciativa social como una amenaza a sus
privilegios. Emanan de su incapacidad para vivir con alegría el
despertar de la gente, la toma de calles, la defensa de derechos
laborales o el uso de plazas como espacio de reflexión colectiva. No
entran en vigor para garantizar la seguridad ciudadana sino para
convertir en ley su temor, el miedo que les despierta el deseo de
democracia. Por eso se defienden atacando.

En los últimos meses, su aprobación ha despertado la preocupación y el
rechazo de una amplia mayoría social, lo que ha supuesto que
organismos nacionales e internacionales como las Naciones Unidas o el
Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa las critiquen
duramente. El último ha sido el Tribunal Constitucional, que ha
admitido a trámite un recurso de inconstitucionalidad.

Sin embargo somos las personas que defendemos diariamente el derecho a
la vivienda, las que creemos en el derecho a la información libre, las
que tomamos la calle reclamando educación pública y sanidad universal,
las que no tenemos papeles, las que sufrimos las consecuencias de un
empleo precario o quienes simplemente vemos en el deseo de democracia
y la organización del Pueblo un motivo de celebración, las que tenemos
el verdadero poder de cambiar las cosas. Por ello, una vez agotadas
todas las vías posibles, solo nos queda una alternativa: la de no
consentir, la de no refrendar sus leyes con nuestro silencio, la de
SALIR A LA CALLE.

¡Acude a la MANIFESTACIÓN!
Miércoles 1 julio a las 19:00h en la Plaza 25 de Mayo (Mercado Central)